Es momento de viajar. Y si es en familia, mucho mejor. Este tipo de viaje no solo nos ayuda a alejarnos un poco del lío y a desconectar de la rutina, sino que también nos permite fortalecer la conexión familiar. ¿Nos vamos?
Esta forma de crear nuevas experiencias nos ayuda a generar recuerdos memorables y a reforzar lazos. Sea cual sea la época del año, los viajes familiares pueden ser toda una aventura. Y para que, tanto grandes y peques puedan disfrutarla, en dōcō te contamos una serie de consejos que puedes seguir.
Comencemos con planificar el viaje
El primer paso consiste en la planificación. Elegir el destino, el medio de transporte que mejor se adapte a vuestras necesidades, planear las actividades y, por último, pero no menos importante, preparar el equipaje con antelación. Para ello, un consejo puede ser hacer una lista con las cosas esenciales de cada una y uno de los miembros de la familia para no olvidar nada. Recuerda consultar la documentación necesaria con los organismos competentes antes de viajar.
Una buena práctica para involucrar a toda la familia en el proceso de la preparación del viaje puede ser asignar a cada miembro una responsabilidad. Por ejemplo, tus peques se pueden encargar de las botellas de agua, tú puedes encargarte de los bocadillos y dōcō se encarga de acercaros.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la elección entre las diferentes alternativas de viaje. En la app de dōcō podéis conseguir una gran cantidad de transportes para llegar a vuestra próxima parada.
Simplemente tienes que indicar cuál es vuestro destino y seleccionar la opción más accesible y que mejor se adapte a vuestra familia.
Es importante que, a la hora de escoger la forma de viajar pienses en la opción que sea más amena, tanto para las personas mayores como para los y las más pequeñas.
Escoger las mejores actividades familiares
Debemos recordar que un viaje en familia es aquel en el que cada miembro pueda disfrutar. Una buena idea para ello es involucrar a toda la familia en la planificación. Más de dos cabezas siempre piensan mejor que una. Por ejemplo, una actividad en la que puede disfrutar toda la familia es recorrer la población en la que se encuentren en bici, que además de ser divertida, es económica y sostenible. También podéis explorar los parques, coger buses sin rumbo, hacer picnics o ir a algún espectáculo.
Organizar con antelación y la mayor tranquilidad
Es importante tener todos los detalles del viaje claros y bien atados. Por ejemplo, saber cómo llegar de la estación de tren al hospedaje y viceversa, o conocer los servicios de transporte disponibles, los precios de los billetes y sus horarios. Todo esto puede evitar cualquier atraso o lío. Por esta razón, es aconsejable tener toda esta información a mano y en un mismo lugar.
Lo siguiente es disfrutar del viaje
El viaje en sí puede ser tan divertido como el destino. Una de las cosas más divertidas de viajar con peques es verlos emocionarse por descubrir cosas nuevas. Una ruta en tren, por ejemplo, puede ser una buena opción para disfrutar de los paisajes que se van asomando durante el trayecto. Además, podéis aprovechar el tiempo para hacer los típicos juegos de viaje de toda la vida, planificar actividades, ver alguna peli o incluso descansar. Adicionalmente, podéis hacer uso de las tarifas especiales para familias y menores.
Pero lo más importante de todo, es disfrutar en familia. Toda esta planificación no servirá de nada si no se comparten buenos momentos. Por eso, para que esto ocurra y te olvides de cualquier lío, dōcō te acompaña vayas donde vayas. Porque, al fin y al cabo, lo importante es pasar un buen rato, desconectar y compartir el momento con toda la familia.