Con la llegada del frío, vuelven los platos de cuchara que conservan ese sabor tradicional inundados de recuerdos familiares y nostalgia. Los guisos y sus infinitas variantes nacieron para calentar los estómagos con los alimentos disponibles propios de la temporada, para sacarle el máximo provecho a los sabores del momento. Desde dōcō, te proponemos cuatro rutas diferentes para saborear los mejores guisos en un viaje gastronómico inolvidable por España.
Es imposible quedarse con uno, nuestro país es el paraíso del “cuchareo”.
La primera parada es Aragón, donde debido a su frío clima abundan los potajes y legumbres. Entre sus innumerables guisos destaca el recao de Binéfar preparado con alubias blancas, arroz, patatas y, normalmente, chorizo. Este plato es muy popular en las cocinas familiares del Alto Aragón. También destaca la sopa de Teruel con judías blancas y pan frito, así como la olla tensina. Ambos deliciosos para que tus papilas disfruten de esta ruta por el norte de España.
La segunda parada es Castilla y León, donde su cocina se caracteriza por ser bien contundente para alimentar al cuerpo en los meses más fríos. En la ciudad de León es imprescindible parar a probar el famoso cocido maragato. A diferencia del cocido madrileño, se sirve en tres partes invertidas: primero la carne, luego la verdura con garbanzos y finalmente la sopa de fideos, normalmente acompañada de relleno a base de huevo. También, puedes disfrutar de la sopa castellana o sopa de ajo, que te mostrará una nueva forma de aprovechar el pan que ha quedado duro. No siempre iba a ir destinado a torrijas.
Siguiendo con el viaje paramos en la Comunidad de Madrid, donde encontramos platos con influencias de otras regiones. El cocido madrileño es popularmente conocido por ser el rey del cuchareo. Al margen de los toques personales, se caracteriza por servirse en tres partes: la sopa con fideos, la verdura con garbanzos y, finalmente, las carnes. Otros guisos típicos que puedes encontrar en la capital son los potajes de garbanzos y judías, el estofado de ternera o la sopa de ajo. Te recomendamos que los pruebes todos y, si es posible, un día en el que luego puedas disfrutar de una buena siesta con el estómago lleno.
Por último, y para entrar en calor, paramos en Andalucía, donde podemos degustar la célebre berza jerezana. Este plato típico de la ciudad gaditana de Jerez de la Frontera es un potaje con garbanzos, judías, guisantes y carnes de matanza. Por otro lado, en Málaga también encontraremos las sopas perotas con pan, espárragos y patatas, o sus variantes con pescado. ¿Sabes que este último plato tiene una fiesta propia? El primer sábado de octubre año tras año en Álora (Málaga) se celebra el Día de las Sopas Perotas. Es un día que busca recordar a los trabajadores del campo, quienes realizaban esta receta para de una manera rápida, fácil y económica poder reponer las energías en los descansos y así seguir trabajando. Si quieres probarlas te recomendamos que apuntes este día en tu calendario y un año te acerques a comer una de las más de 7.000 raciones que se reparten. ¡No te lo pierdas!
Ahora que el frío está a la vuelta de la esquina, las mesas se vuelven a llenar de platos y cuencos humeantes para entrar en calor. Además, siempre puedes acompañarlo de un buen vino o complementarlo con unas setas, todo de temporada. ¿No sabes dónde ir? Lee este artículo en el que te recomendamos algunos destinos para viajar por España en otoño.
Desconecta, saborea y dale la bienvenida al fresquito con esta ruta gastronómica española. ¿Dónde nos vamos?